Las apariencias engañan, una frase que por repetida no deja de ser cierta.
Donde uno ve traquilidad, suavidad, dulzura, puede esconderse la mayor de las crueldades.
Donde uno ve nerviosismo, vehemencia y firmeza, puede esconderse la mayor de las bondades.
Pocas veces soy capaz de ver más allá de las apariencias y dejar de juzgar antes de conocer, y hoy, que me he levantado filosófica, he descubierto por qué...
Seguramente para poder encontrarme en este momento con alguien capaz de poner enfrente de mí lo que realmente debo buscar en las personas. El equilibrio, la balanza entre los polos.
Debería sentirme feliz sólo por eso, ¿no?
3 comentarios:
En realidad deberias sentirte feliz por mil razones, aunque somos inconformistas por naturaleza...
... por lo demás, no se a que te refieres :P
Un besote
Marcos
Coimes. que coses.
Hazte budista igual encuentres la paz interior.
Nada, Bego, eres carne de cursillo de cristiandad. Cuando descubras el amor con el que Dios te creó, estarás más tranquila y en paz.
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