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*Reseña* - por Pilar Alonso. Publicada originalmente en www.ciberanika.com
Plaza & Janés, Marzo 2012
Género: Novela
862 Páginas
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Sí, estamos en una sociedad decadente. No hay principios, no hay escrúpulos, ho hay humanidad, no hay camaradería... pero asesinatos, por descracia, todos los días. Decadencia ese es nuestro destino.
No podía estar más en desacuerdo contigo Juanma :). Creo que la mayoría de la sociedad está compuesta por gente maravillosa, y que lo demuestran continuamente. Sólo hay algunas personas que no merecen tal calificación. Lo que pasa es que esa gente llama demasiado la atención.
Es evidente que no me refiero a esas personas. Me refiero a aquellas causantes del millón de muertos en Stalingrado, de los millones asesinados por los nazis, de los millones asesinados por Josep Stalin, de los cientos de miles asesinados en Vietnam, Benín, Somalia, Ruanda, Angola, El Congo, en la zona de "La Perla del Adriático", Kenya, Namibia, Irak,... Y de la violencia de género mejor ni hablar, etc, etc, etc. Como dijo un tal Vladimir Ilich: "El árbol no os deja ver el bosque".
Ahí radica el problema, que la labor de las buenas personas es invisible. Pero insisto me refiero a las otras. Las que con ese tipo de acciones jalonan la marca de identidad de nuestro pasado, presente y futuro. Y sobre eso no hay nada que hacer, por desgracia.
5 comentarios:
Sí, estamos en una sociedad decadente. No hay principios, no hay escrúpulos, ho hay humanidad, no hay camaradería... pero asesinatos, por descracia, todos los días. Decadencia ese es nuestro destino.
No podía estar más en desacuerdo contigo Juanma :). Creo que la mayoría de la sociedad está compuesta por gente maravillosa, y que lo demuestran continuamente. Sólo hay algunas personas que no merecen tal calificación. Lo que pasa es que esa gente llama demasiado la atención.
Estimada Cuchufletas,
Es evidente que no me refiero a esas personas. Me refiero a aquellas causantes del millón de muertos en Stalingrado, de los millones asesinados por los nazis, de los millones asesinados por Josep Stalin, de los cientos de miles asesinados en Vietnam, Benín, Somalia, Ruanda, Angola, El Congo, en la zona de "La Perla del Adriático", Kenya, Namibia, Irak,...
Y de la violencia de género mejor ni hablar, etc, etc, etc.
Como dijo un tal Vladimir Ilich: "El árbol no os deja ver el bosque".
Pero por cada monstruo que hay, hay un puñao de personas buenas, cuya labor es invisible.
http://www.elpais.com/articulo/agenda/Cien/anos/voz/Ana/Frank/elpepucul/20090216elpepiage_2/Tes
Estimada Marta,
Ahí radica el problema, que la labor de las buenas personas es invisible. Pero insisto me refiero a las otras. Las que con ese tipo de acciones jalonan la marca de identidad de nuestro pasado, presente y futuro. Y sobre eso no hay nada que hacer, por desgracia.
Saludos.
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